El sábado, 15 personas de Peraltilla se reunieron en el Centro social para disfrutar de una película del cuento del autor francés Jean Giono titulada “El hombre que plantaba árboles”. Una bella introducción de acuarelas animadas para recordar la importancia del arbolado cuando se busca tener un territorio vivo. José Luis Bafaluy, forestal de la CHE y viverista apasionado de las plantas forestales autóctonas, continúo la charla haciendo hincapié en el placer de plantar y ver crecer un árbol al igual que disfrutamos viendo crecer a un/a niño/a pequeño/a. Para ello, insistió en la necesidad de realizar una buena plantación, observando el terreno para elegir las zonas más hondas y con hierba, indicativo de que ahí se acumula agua que bene ciara al crecimiento del árbol. Añadió que era preciso elegir las zonas más a la sombra de los matorrales o hierbas altas para plantar las carrascas. Para otras plantas autóctonas como la sabina y, sobre todo, la efedra, los suelos más pobres y expuestos cara sur, al sol, son recomendables. Por último, señaló que se requería cavar lo más hondo posible para que todo el cepellón esté recubierto de tierra, buscando que el agua de lluvia se adentre fácilmente en el alcorque. Plantar árboles y arbustos autóctonos, o sea adaptados y aclimatados al terreno, resulta la mejor estrategia para minimizar los gastos de mantenimiento y asegurar su sostenibilidad.
Siguiendo las pautas que dio José Luis Bafaluy el día anterior a la plantación, los más mayores se aplicaron a plantar 120 árboles, mientras los más pequeños preparaban los semilleros con bellotas de carrasca, de litonero y de rosal silvestre, recogidas por voluntarios del Licinar, y de sabina negral y de escobizo, cedidas por el viverista. El taller de reforestación se completó con una sesión de maquillaje para niños, con diseños de mariposas y otros animales, una iniciativa dinamizada por una socia de la Asociación El Licinar. El sol acompañó a los 25 adultos y 10 niños que participaron en este II Día del Árbol, convirtiendo la jornada en un momento muy agradable a pesar del esfuerzo de plantación. Para retomar fuerzas, la Asociación El Licinar invitó a los participantes a una comida compartida en las faldas de la Ermita de San Joaquín, una manera más de compartir y de aprender los unos los otros.Un momento del II Día del Arbol en Peraltilla. Asociación El Licinar.